Si hay un varietal autóctono destacado en el entorno de San Martín de Valdeiglesias y de Madrid, sin duda, esa es el albillo real. Ya en el Siglo de Oro los vinos blancos de San Martín de Valdeiglesias eran apreciados por casi todos los grandes escritores que han dado nuestra tierra: desde Lope de Vega a Jorge Manrique, Tirso de Molina, Jorge Manrique o el propio Cervantes que encontraba a estos vinos entre sus favoritos junto a los de Ribadavia y los de Ciudad Real.
Tal fue la fama de estos vinos en aquellos tiempos que eran llevados para su crianza hasta la cercana Ávila gracias a sus condiciones climatológicas favorable; hecho que terminó por acuñar una cita célebre que decía: “vino de San Martín encerrado en Ávila vale más que un florín”.
El ciclo del albillo real
La variedad albillo real tiene un ciclo corto y de rápido crecimiento que hace que podamos encontrarnos con la brotación a finales de marzo como ha ocurrido en este 2023 gracias a las temperaturas de esta inusual primavera. En torno al pasado 8 de mayo ya estábamos en plena fase de floración y el cuajado de las bayas tuvo lugar en torno al 20 de mayo.
Aunque aún es temprano para saberlo y siguiendo las fechas del ciclo de esta variedad tan peculiar podemos hacer una proyección estimada de las fechas de la posible vendimia para finales del mes de julio. De hecho, durante el pasado año 2022 el día 4 de agosto ya estábamos recogiendo los primeros racimos de Albillo Real para elaborar nuestras referencias de esta variedad autóctona que sigue siendo la variedad reina de Madrid desde hace siglos.
