Tenía una comida con amigos valencianos a los que le gusta beber vino. Llevaba un año sin verlos y decidí, evidentemente llevar un vino que no conociesen y que estuviera estupendo para tomar en estos días veraniegos de calor. Quería conseguir que este vino triunfara frente a la cerveza como bebida elegida para comer.
Así, elegí un vino blanco para mi muy especial, me quedaba una botella de La Picarana 2009 de Bodega Marañones.
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